Es la cuarta generación de la versión digital de la afamada Ricoh GR1 de soporte químico ("analógica"), que estaba considerada como una de las mejores compactas de su momento (rival de la Leica Minilux y Contax T3). No pretende ser una compacta más y aspira estar entre ese grupo selecto de cámaras digitales de focal fija destinada al fotógrafo avanzado o profesional.
La óptica, compuesta por 8 lentes en 6 grupos (2 de ellas con superficies asféricas), equivale a un 28 mm con una luminosidad de f/1.9.
El captor es un CCD tipo 1/1,7 pulgadas (7,6 x 5,7 mm) de 10 megapíxeles. Permite gamas de sensibilidad comprendidas entre 64 - 1600 ISO, en combinación con velocidades de obturación de 1/2000 - 180 segundos.
Ricoh destaca en este modelo el nuevo sistema de enfoque automático "híbrido" (combinación del habitual enfoque por contraste de las compactas con el de detección de fase presente en las SLR), consiguiendo doblar su velocidad de respuesta respecto de su antecesora (Ricoh GR DIGITAL III), así como un mejorado sistema de estabilización de imagen por desplazamiento del sensor.
Llama la atención su pantalla LCD de 3 pulgadas con una resolución 1.230.000 píxeles, para mejorar notablemente su brillo y detalle en comparación con sus predecesoras.