Hasta hace poco se hablaba solamente de compactas y SLR (réflex), pero recientemente ha surgido un modelo intermedio que quiere tener lo mejor de ambas; son las EVIL, denominadas así por las iniciales de Electronic Viewfinder Interchangeable Lenses, que viene ser: cámara de "objetivos intercambiables de visor electrónico".
Fue preciso esperar a principios del 2009 para, por fin, con la presentación de la Olympus EP-1, poder contemplar una cámara con estética EVIL, es decir, que su aspecto se asemeje mucho al de una compacta pero permitiendo la posibilidad de intercambiar ópticas. Este híbrido de compacta-réflex también tiene un gran parecido con las clásicas cámaras de telémetro, como por ejemplo las afamadas Leica M.
Pero lo más importante es que los modelos EVIL comparten el mismo tamaño de captor que una réflex, lo que se traduce en empate en lo referente a calidad de imagen.
Si las cámaras diseño EVIL se deben en su inicio al formato estándar Micro Cuatro Tercios de Olympus-Pansonic, otros fabricantes de modelos réflex con captores tipo APS-C reaccionaron y presentaron sus propuestas EVIL.
Samsung presentó en este nuevo segmento su sistema NX a mediados del pasado 2010 con un captor APS-C del mismo tamaño que sus modelos réflex.
Otra firma que respondió al reto de las EVIL, casi simultaneamente con Samsung, ha sido Sony, con sus NEX-3 y NEX-5.
Muchos se preguntan si un modelo EVIL puede suplir a un equipo D-SLR, y la respuesta es: sin duda. Un fotógrafo amateur, siempre que la fotografía deportiva no sea su tema principal, con un modelo EVIL seguro que no echará en falta una cámara réflex.